INTRODUCCION

Todos los días realizamos operaciones financieras: ganamos dinero, lo invertimos en nuestros negocios o lo pedimos prestado, vendemos y compramos cosas, rentamos equipo de trabajo, pagamos deudas e impuestos y nos preocupamos por el futuro financiero de nuestras familias.

Sin embargo, la mayoría de la gente no sabe cómo llevar un control de estas operaciones para conocer cuánto vale lo que tiene, cuánto realmente está ganando, o en qué lo está gastando y, muy importante, para entregar cuentas del dinero que maneja, ya sea propio o ajeno.

EL BALANCE
Para llevar un buen control de la contabilidad necesitamos que nuestras cuentas estén balanceadas. El Balance nos permite ver cuál es nuestra situación financiera en cualquier momento mediante esta relación contable:

ACTIVO = PASIVO + CAPITAL

En la parte de la izquierda contabilizamos todo lo que tenemos como dinero en efectivo, cuentas por cobrar e inventario.  En la parte de la derecha contabilizamos las cantidades de dinero que debemos a la que le sumamos las cantidades que tenemos invertidas.

Si tenemos una tortería, el activo es el dinero en la caja registradora, el pasivo la renta del local  y el capital el dinero que metimos al negocio.

ACTIVO
Toma en cuenta todo lo que tenemos: dinero, cuentas por cobrar, equipo, instalaciones, pagos anticipados de publicidad, terrenos, productos en proceso, etc.

PASIVO
Todo lo que tenemos en el negocio pero que no es nuestro, sino de alguien más. Por ejemplo: dinero prestado, cuentas por pagar como renta y electricidad.

CAPITAL
Es el patrimonio del negocio que incluye el dinero inicial para abrir el negocio que es la inversión de los socios y las utilidades de la empresa, que son nuestras y las podemos repartir entre los socios o reinvertirlas en el negocio para hacerlo crecer.