La vida de Don Andrés es un claro ejemplo de la importancia de la educación para triunfar en la vida. Nació en 1906 en San Francisco Ixhuatán, Oaxaca localizado entre la Laguna Inferior y el Mar Muerto en el Istmo de Tehuantepec. Creció hablando huave y zapoteco y decía: “El huave lo aprendí del pecho derecho de mi madre, del otro pecho aprendí el zapoteco”. A los 15 años dejó a su familia y se trasladó a la Ciudad de México en donde aprendió el español. Estudió en la Escuela Normal de Maestros y de ahí pasó a la Escuela Nacional Preparatoria y luego a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, donde llevó a cabo estudios de derecho. Luego estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Murió a los 101 años y fue velado en el Palacio de Bellas Artes en un homenaje de cuerpo presente. Fue escritor, poeta, orador, periodista, diputado y senador por su estado. Una de sus grandes contribuciones fue la hispanización del idioma zapoteco y su transcripción al alfabeto latino.